Los traductores
profesionales pasamos muchas horas sentados delante del ordenador y esto
nos puede traer algunos problemas. Hace poco leí unos consejos sobre ergonomía y cómo debíamos disponer nuestro lugar de trabajo en un blog para traductores profesionales. Dice el refranero español: más vale
prevenir que curar. Todos conocemos este refrán, pero lo cierto es que a menudo
no lo ponemos en práctica y no nos preocupamos de nuestra salud
hasta que nos empieza a doler algo.. No todo en la vida del traductor es el dinero, hay que cuidarse.
Esta reflexión no es mía, sino de una fisioterapeuta que
impartió un curso de reeducación postural al que asistí hace unas semanas para personas que pasamos muchas
horas delante del ordenador, como por ejemplo los traductores profesionales. Los que
asistimos a él pudimos conocer un poco más nuestro cuerpo y descubrir técnicas para evitar dolencias a causa
de nuestro trabajo. Comenzó con una breve introducción a la anatomía del cuerpo
humano
Antes del descanso de la sesión, se analizó nuestra posición
corporal, tanto de pie como sentados. Los problemas más habituales, también entre los estábamos
allí, se presentan en las rodillas (que no deben estar bloqueadas cuando
estamos de pie) y en los hombros (se ha de evitar echarlos hacia delante). Por
último, vimos un ejercicio que podemos hacer sin levantarnos de la silla:
la báscula pélvica.
Tras un breve tentempié, volvimos a la sala dispuestos a usar las
mantas y esterillas que llevábamos para la ocasión. El resto de la sesión lo
dedicamos a poner en práctica numerosos estiramientos para las distintas partes
del cuerpo. Podéis
consultar aquí una recopilación que he hecho con los que han parecido más importantes. Lo
mejor para incorporarlos a nuestra rutina es aprovechar los descansos —esos
cinco minutillos de la técnica Pomodoro— e introducir en cada uno dos o tres ejercicios.
Debemos emplear entre 30 segundos y 2 minutos en cada
estiramiento (evitad los rebotes, simplemente mantened la
posición). ¿Cuántas veces al día? ¡Las que queráis!
Eso sí, volvemos a lo de siempre. No basta con estirar. Es muy
recomendable (imprescindible, diría yo) hacer ejercicio tres veces a la
semana, por lo menos. Si no tenéis tiempo para ir al gimnasio o a clases de
aeróbic, seguro que lo tenéis para ir a dar un buen paseo por algún parque
cerca de vuestra casa. Bastantes traductores se han pasado al pilates. Yo
lo probé y no me convenció, pero quizás a vosotros os vaya bien.
En definitiva, es importante que busquéis algún tipo de ejercicio
para poder activar y mover vuestro cuerpo. Pero lo importante es que
encontréis alguna actividad que os guste… ¡y que no haga falta que os duela
algo para poneros a ello! ¿Ya tenéis la vuestra?